El estreñimiento
El estreñimiento significa diferentes cosas para diferentes personas. He conocido a personas que me dicen que evacúan sólo una vez en cada seis a doce días, y sólo con la ayuda de un laxante fuerte, y aceptan este patrón como algo normal porque no conocen nada más.
La actividad intestinal asociada con la buena salud varía considerablemente entre “gente normal”. Para algunos evacuar una vez cada dos días puede ser normal, y otros pueden tener tres o más evacuaciones al día y estar en perfecto estado de salud. El criterio que utilizo para decidir lo que es normal es que la materia fecal debe ser moderadamente suave y fácil de pasar, sin dolor o tensión. La acumulación de heces entre evacuaciones no debe llegar al punto en el que se produce hinchazón severa del intestino o malestar.
El estreñimiento ocurre cuando las heces son duras, pequeñas (o “bolitas”, por así decirlo) y requiere esfuerzo físico para evacuarlas. Con estas demandas, los músculos abdominales se deben contraer, y uno debe respirar profundo a medida que el diafragma es forzado hacia abajo. Esto crea fuertes presiones abdominales internas para ayudar a forzar los contenidos del colon a salir. Esta fuerza adicional es necesaria debido a que la presión de la contracción de las paredes del colon no es suficiente para evacuar la masa fecal compactada.
Una señal inequívoca de este esfuerzo físico es que los músculos del cuello y la cara se ponen tensos a medida que se esfuerzan para evacuar. La cara se pone roja también. Pero la mayoría de las personas no se dan cuenta de que cambios permanentes y destructivos resultan de estos esfuerzos musculares, aunque sean de corta duración.
Las venas de las piernas se dañan por el esfuerzo creado por la actividad muscular necesaria para una evacuación difícil. Hay válvulas que están situadas a intervalos frecuentes a lo largo del curso de las venas de las piernas, que ayudan a la sangre a subir al corazón, como una escalera, contra la fuerza de la gravedad. Estas válvulas se estiran y se dañan por la alta presión que se requiere para mover heces pequeñas, duras y secas. Las válvulas pronto se vuelven incapaces de contener la sangre. Sin válvulas en buen estado de funcionamiento, una columna de 120 cm de sangre pone presión sobre las venas inferiores durante todo el día. Un resultado de esta presión son las venas varicosas, los retorcidos “gusanos” azules que le restan mucho a la apariencia de las piernas de una persona, a menudo causando dolor y, a veces úlceras.
Similares a las venas varicosas en sus causas, pero no en ubicación, son las hemorroides. Todo tipo de mitos se relacionan con estas molestias dolorosas. Muchos probablemente ha oído decir que vienen por sentarse en un inodoro frío, o por tener bebés.
El estreñimiento no es una consecuencia de un trastorno emocional, al menos no inicialmente. Sin embargo, toda una vida de problemas intestinales podría hacer a cualquier persona cuestionar su cordura, y perder su estabilidad. Si tú consumes principalmente alimentos sin fibra, como los productos de origen animal (por ejemplo, pescado, carne de cerdo, carne de res, pollo, langosta, queso, leche, etc.), grasas (por ejemplo, la mantequilla y el aceite de maíz), alcohol, y granos altamente refinados (por ejemplo, pan blanco y arroz blanco), entonces no habrá nada que permita que las heces tengan un volumen adecuado. La evacuación parecerá excrementos de conejo.
La fibra es el requisito principal para una función intestinal saludable. Los alimentos vegetales contienen fibra, una variedad de carbohidratos complejos no digeribles. Después de que todos los componentes solubles derivados de las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono, junto con las vitaminas y minerales se absorben en el intestino delgado son absorbidos, lo que queda son las fibras no digeribles (junto con un gran número de microorganismos buenos) los que forman la mayor parte de la heces. Estas fibras tienen la capacidad de retener agua, lo que aumenta aún más el volumen de las heces. Además, mientras más alimentos y bebidas se consumen, mayor será el contenido intestinal, por lo que la frecuencia y la cantidad de la materia fecal aumentará.
Una dieta a base de alimentos vegetales incluyendo verduras y frutas es una cura segura para el estreñimiento. Ciertos alimentos, como las frutas, contienen cantidades abundantes de agua y fibra, y por lo tanto contribuyen a heces más voluminosas y suaves. Las ciruelas son famosas por sus efectos beneficiosos para el estreñimiento, debido a los buenos cambios que promueven en el intestino delgado. Los cereales contienen muchos tipos de fibras, dos de las cuales – la celulosa y la hemicelulosa – absorben mucha agua. Los africanos que viven en una dieta a base de granos tienen, en promedio, tres grandes evacuaciones al día. Así podría usted también, con una dieta vegetariana saludable.
Evitar las proteínas de la leche y los productos lácteos es muy importante. He visto algunas personas que han hecho un cambio casi completo hacia una dieta saludable. Pero no pudieron abandonar el poco de leche desnatada que consumían en la mañana con su cereal – y sus intestinos no les funcionaban muy bien. Un poco de proteína láctea puede, literalmente, “tapar” a la mayoría de las personas que son sensibles a ella.
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